Imagen: livelib.ru Faros en la noche Intento seducirte en el pasado. Las manos al volante y esta luz de club nocturno del tablier me dejan -fantasía invernal- bailar contigo. Detrás de mí, igual que un gran camión, el mañana hace ráfagas de luces. No lo conduce nadie y me adelanta, pero ahora tú y yo viajamos juntos y el coche puede ser el dos caballos de los años sesenta hacia París. «Je ne regrette rien» canta Edith Piaf. Bajo la ventanilla, entra la noche fria de la autopista, y el pasado se aproxima de cara, velozmente: cruza y me ciega sin bajar las luces. Cosas en común Habernos conocido un otoño en un tren que iba vacío; La radiante, aunque cruel promesa del deseo. La cicatriz de la melancolía y el viejo afecto con el que entendemos los motivos del lobo. La luna que acompaña al tren nocturno Barcelona-París. Un cuchillo de luz para los crímenes que por amor debemos cometer. Nuestra maldita e ...
( Sembrando Palabras )